La imagen muestra la desesperación de dos hombres palestinos que llevan el cadáver de unos niños, muy pequeños, envuelto en sábanas blancas.
Los pequeños, Suhaib Hijzi y su hermano, Mohamed, tenían dos y tres años y perecieron en el bombardeo que destruyó su casa.
El misil que reventó el edificio provenía del Ejército israelí. El cadáver del padre sigue detrás, en una camilla, y envuelto también en lienzos. |